miércoles, 31 de octubre de 2007

ESCENAS HORROROSAS DEL CINEMA BIS (III)

Gomia, terror en el mar Egeo (Joe D'Amato, 1980)

+++ Por favor, si eres demasiado susceptible, no veas el vídeo. +++



Siempre me ha caído bien George Eastman. Un actor con una cara de bruto que espanta y que, sin embargo, y como suele ocurrir en el cine de bajo presupuesto, parece un tipo con el que te podrías tomar amistosamente una cervecita mientras te cuenta sus infinitas aventuras en el mundo del celuloide.

Nacido en agosto de 1942 con el nombre de Luigi Montefiori, su nombre se ha identificado siempre con el típico subproducto italiano rodado con cien liras. Pero hay más que eso. Montefiori ha trabajado con todos esos artesanos que nos lo han hecho pasar en grande, como Castellari, Corbucci, Deodato, Martino, Massacessi y otros, pero también se ha puesto a las órdenes de grandes directores como Mario Bava, Pupi Avati, Lina Wertmüller e incluso el gran Federico Fellini, para el que rodó “Satiricón” (1969).

Ya en los años setenta comenzó a escribir guiones, alguno de ellos tan conseguidos como el de “Aquarius”, que supuso la opera prima de Michele Soavi. También ha dirigido un largometraje de terror (alguno más, solo que no aparece acreditado y parece no importarle) y un documental.

En “Gomia, terror en el mar egeo”, película dirigida por su incansable amigo Joe D’amato en 1980, da vida a uno de los personajes más repulsivos de su carrera, y eso que cuenta con un buen muestrario de personajes zafios. Pero no solo de su carrera, sino que me atrevería a decir que se pone en la piel de uno de los más repelentes tipos que ha dado el cine italiano (pienso también en los verdugos de la obligada “Saló o los 120 días de Sodoma”, de Pier Paolo Pasolini).

Nikos Karamanlis, que así se llama el tipejo interpretado por Montefiori, es un enloquecido antropófago que vive en una remota isla griega a la que han ido a parar accidentalmente Tisa Farrow, la hermana zetosa de Mia, y sus compañeros.

La escena que os pongo es todo un clásico del cine gore, no apta para estómagos sensibles. Sobre esta película, el actor decía que no le gustaba, y todo ello “a pesar de que disfruto escribiendo y actuando para este género. Nunca veo películas de terror, a menos que sepa que es una muy buena. No me gustan las escenas violentas –las crías de cordero que se asemejan a fetos, las entrañas de cerdo y todo eso-, y creo que es curioso e incluso preocupante que la gente disfrute con este tipo de cosas. Si por mí fuera, escribiría historias de terror efectivas y brutales, si fuera necesario, pero sin derramar una gota de sangre”.

En cualquier caso, sorprenden estas declaraciones después de ver la escena. Y es que no tenemos remedio.

Pese a la condición de título de culto de “Gomia, terror en el mar egeo”, en su día fue un sonoro fracaso en Italia. Continúa Montefiori: “Cuando “Gomia” se estrenó en Roma un ardiente día de agosto en el cine Metropolitan, acudí a ver la primera sesión de la tarde y me encontré completamente solo, excepto por una pareja que se sentaba unas filas delante de mí. Cuando llegó la escena del feto, la chica gritó: “¡Qué asqueroso!” y se fue, seguida de su amigo. Aplaudí su afirmación y vi el resto de la película solo.



jueves, 25 de octubre de 2007

EL ASESINO ESTÁ AL TELÉFONO (ALBERTO DE MARTINO, 1972)


La visión del asesino de su amante en un aeropuerto deja a Eleonor amnésica. No recuerda absolutamente nada de los últimos cinco años, los que han pasado desde el asesinato de aquel. Ni siquiera recuerda que está casada. Y para colmo, el criminal, interpretado por un hierático y poco amigo de los diálogos Telly Savalas, decide eliminarla.


Alberto de Martino es un veterano realizador que ha hecho de todo. Durante los años cincuenta fue ayudante de directores como Giorgio Simonelli y Luigi Filippo d’Amico. Debutó en la dirección en 1962 con “El gladiador invencible”. Durante esos años dirigió numerosos filmes pertenecientes al floreciente western (“El Sheriff terrible”, El Séptimo de Caballería”, “Sangre sobre Texas”) así como al ya decadente peplum (“El valle de los hombres de piedra”, “El triunfo de Hércules”). De Martino siempre se adaptó a la moda del momento, por lo que durante la segunda mitad de los sesenta se dedicó a los pseudo-Bond. Incluso contó con Neil, el hermano de Sean Connery para rodar “Todos los hermanos eran agentes”, cuyo título original fue “O.K. Connery”.


En cuanto al género fantástico, Alberto de Martino, lo tocó por primera vez en “Horror” (1963), una de las primeras cintas españolas de terror, aunque fuera en régimen de coproducción. Tras el éxito de “El exorcista”, rodó “El anticristo” (1974), una muy estimable película con una estupenda Carla Gravina. En 1977, y siguiendo la estela de “La profecía”, dirigió “Holocausto 2000”, protagonizada por Kirk Douglas y que personalmente considero un largometraje muy digno (sí, soy muy raro). Después de esta, rodaría “El hombre-puma” (1980), un ridículo subproducto nacido del éxito de “Supermán”; “Blood link” (1982) y “Miami golem” (1985), coproducidas con EE.UU y rodadas en inglés, para finalizar su carrera con “7, Hyden Park: La casa maledetta” (1985). En fin, estamos ante un artesano digno y solvente que cuenta con varias películas interesantes a lo largo de su extensa carrera. También con bodrios.


Para “El asesino está al teléfono” tomó elementos del giallo, que por entonces estaba causando furor gracias a las películas de Dario Argento, aunque el resultado está muy lejos de ser satisfactorio.


El mayor problema es que el argumento, en el que participaron cuatro guionistas, da como mucho para un mediometraje y la dirección ralentiza de manera desesperante la acción. El resultado es una película que fluye muy lentamente, que aburre bastante y que únicamente se anima durante los últimos veinte minutos, en la consabida escena de persecución entre el cazador y su presa que, lógicamente acaba con el triunfo de la protagonista. De hecho, y como bien apunta Carlos Aguilar en su imprescindible “Guía del vídeo-cine”, la escena de la muerte final de Telly Savalas, seccionado en dos partes por un telón metálico, es uno de los mejores momentos del filme.


El reparto cumple con funcionalidad. Anne Heywood da vida a la protagonista con bastante convicción y cabe destacar la belleza de Rossella Falk y Willeke Van Ammelroy, fría y madura la una y juvenil y garbosa la segunda.


Como director de fotografía encontramos a Joe D’Amato y la excelente música es de Stelvio Cipriani, aunque abuse demasiado de su logrado leitmotiv.


Calificación: 4 sobre 10.

Una ensoñación de Anne Heywood en el hospital que comienza de manera muy melosa y acaba sorprendentemente.




¿Sabías que…?


Willeke Van Ammelroy consiguió uno de sus mayores éxitos personales en 1995 interpretando a la protagonista de la ganadora del Oscar “Antonia” (Marleen Gorris).


Anne Heywood fue Miss Gran Bretaña en 1949.

miércoles, 17 de octubre de 2007

LA MUERTE RONDA A MÓNICA (RAMÓN FERNÁNDEZ, 1976)



Con Nadiuska, Arturo Fernández, Jean Sorel, Karin Schubert, Damián Velasco, Isabel Luque, Yolanda Ramos, Yelena Samarina, Luis Barboo, Eduardo Bea, Antonio Canal, Yenni Llada, Santiago Ontañón, Rafael Albaicín, Margarita Minguillón, Sandra Alberti, Juan Santamaría y Bárbara Rey.

El matrimonio entre Mónica (Nadiuska) y Federico (Jean Sorel) no pasa por buenos momentos. Ella se ha enterado a través de su amiga Elena (Karin Schubert) de la existencia de una amante, Eva (Bárbara Rey, como no). Pero lo que no sabe es que entre Elena y Eva existe un contubernio para hacerse con Eurozonas, la empresa propiedad de su marido y su socio (un Arturo Fernández que parece no enterarse de que está protagonizando un thriller).

Para acabar de complicar el asunto, hace su aparición Diego, un antiguo socio de Federico que ha pasado en chirona los últimos años por culpa de este y que pretende también hacerse con su patrimonio.

Lo cierto es que el argumento, obra de Juan José Alonso Millán, un autor tampoco acostumbrado al género, no resulta demasiado atractivo, pero es que si a ello le sumamos que la realización cae en manos de Ramón Fernández, vamos dados.

La carrera de este director, fallecido hace poco más de un año, ha transcurrido en su casi totalidad en el campo de la comedia más populachera. Su mayor éxito le vino con "No desearás al vecino del quinto" (1970) y ha dirigido también películas del calado de "Cateto a babor" (1970), "Matrimonio al desnudo" (1974), "Gay club" (1980), "Las aventuras de Enrique y Ana" (1981) y "El donante" (1985).Unas joyitas, vaya. De las pocas veces que se ha apartado de la comedieta celtibérica, personalmente pienso que la única vez en que estuvo certero fue en "Rueda de sospechosos" (1964).

A "La muerte ronda a Mónica" la podríamos encuadrar como un thriller con vagas influencias del ya agonizante giallo, con un argumento debidamente intrincado pero que no ofrece ninguna sorpresa. Se trata, una vez más, de la típica trama de "luz de gas" en la que alguien intenta enloquecer a la pobre Nadiuska, todo ello aderezado con los desnudos más gratuítos que uno pueda tirarse en cara. Karin Schubert y Bárbara Rey protagonizan un bonito número lésbico. Únicamente Isabel Luque y Yelena Samarina (menos mal) conservan la ropa puesta durante la totalidad del metraje. Y mientras, Arturo Fernández sigue creyendo que está rodando "El señorito y las seductoras". Perdón por el énfasis, pero es que su actuación es alucinante: mientras la Nadiuska está a punto de llorar todo el rato y Jean Sorel pone cara de pocos amigos, Fernández está de un cachondeo contínuo, igual que si se encontrara en una "landada".

En fin, una historia muy endeble para una película sin estilo, amorfa y de muy escaso interés, con una buena banda sonora de Adolfo Waitzman y una fotografía bastante discreta de Hans Burman, lejos aún de sus futuros éxitos personales.

Calificación: 2,5 sobre 10.


¿Sabías que...?

Fue la última película española de Jean Sorel.

Una década más tarde del rodaje de esta película, Karin Schubert, con los cuarenta ya cumplidos, comenzaría a rodar películas porno.



Una de las escenas de mayor suspense.

jueves, 11 de octubre de 2007

LA MUERTE CAMINA CON TACÓN ALTO: NECROLÓGICAS SEPTIEMBRE 2007

Un exceso de trabajo y una leve enfermedad han mantenido al Dr. Hichcock momentáneamente fuera de la red. Espero tener tiempo de ponerme al día, pues a buen seguro que tengo muchas cosas que leer.

Os dejo con esas socorridas necrológicas que tanto gustan al doctor.

6 de septiembre.

Luciano Pavarotti: El famoso tenor de Módena también hizo sus pinitos en el mundo del cine, siempre en papeles operísticos. Su aportación más reseñable fue en la espantosa “Sí, Giorgio” (Franklin J. Schaffner, 1982).





Percy Rodrigues: Aunque parezca mentira, que el papel de un neurocirujano en la serie “Peyton Place” le fuese ofrecido a este actor, causó una gran polvareda, como atestigua este titular de “The Times”: “Papel de médico para actor negro”. Entre las muchas series de televisión en las que intervino, destacan “Star Trek”, “Misión imposible”, “Sandford” o “Benson”. Dueño de una voz muy particular, que aprovechó como narrador en películas como “Galaxina” (William Sachs, 1980), “Heavy Metal” (Gerald Potterson, 1981) y “Bendición mortal” (Wes Craven, 1981), entre otras muchas.


10 de septiembre.

Jane Wyman: Actriz ganadora del Oscar a la mejor actriz por su papel en “Belinda” (Jean Negulesco, 1948). Fue candidata al mismo premio en otras tres ocasiones: “El despertar” (Clarence Brown, 1947), “No estoy sola” (Curtis Bernhardt, 1951) y “Obsesión” (Douglas Sirk, 1954). Supo madurar estupendamente, como demuestra el éxito que obtuvo –Globo de Oro incluido- con la serie “Falcon Crest”.




13 de septiembre.

Joachim Hansen: Este actor alemán estudió con Max Reinhardt antes de hacerse bastante popular en su país gracias a películas bélicas como “La estrella de África” (Alfred Weidenmann, 1957) o “Deserción” (Wolfgang Staudte, 1959). En los años sesenta participó en gran número de esas coproducciones europeas que tanto nos gustan, como “Órbita mortal” (Primo Zeglio, 1967), “Siete contra la muerte” (Edgar G. Ulmer, 1964) o “Ninfomanía” (Hans Schott-Schöbinger, 1968). En las siguientes décadas su presencia se limitaría al ámbito de la televisión.



14 de septiembre.

Emilio Ruiz del Río: Veterano especialista de efectos especiales, ganador de tres Goyas por “Acción mutante” (Álex de la Iglesia, 1993), “Nadie conoce a nadie” (Mateo Gil, 1999) y “El laberinto del fauno” (Guillermo del Toro, 2006), que supondría su último trabajo. Trabajó también a las órdenes de Alberto de Martino, Lucio Fulci, Juan Piquer Simón y John Milius, entre otros. Una gran pérdida para el cine español.




21 de septiembre.

Jürgen Roland: A este realizador germano le debemos títulos como “El círculo rojo” (1960), “El arquero verde” (1961), “Atraco sangriento” (1965) y “Los ángeles de oro” (1973). Autor de un cine popular muy del gusto del público de entonces.






22 de septiembre.

Marcel Marceau: El mimo por excelencia. Ganador de un Emmy en 1956. No se prodigó demasiado en cine, aunque tuvo significativas apariciones en “Barbarella” (Roger Vadim, 1968), “Shanks” (William Castle, 1974), en la que era el principal protagonista, o en “La última locura” (Mel Brooks, 1976), en la que era el único personaje que hablaba en toda la película. También participó en “Paganini” (1989), la única realización de Klaus Kinski.


28 de septiembre.

Charles B. Griffith: Guionista y director vinculado a la factoría de Roger Corman, para quien escribió los libretos de “Attack of the crab monsters” (1957), “A bucket of blood” (1959), “The little shop of horrors” (1960) y “The wild angels” (1966), entre otros muchos. Entre sus realizaciones encontramos series-B tirando a Z como “Dr. Heckyl y Mr. Hype” (1980) o “Wizards of the lost kingdom II” (1989). En la foto, a la derecha de Corman. Aquí podeis encontrar una muy interesante entrevista.


29 de septiembre.

Lois Maxwell: La inolvidable Moneypenny de la serie Bond, papel que interpretó desde la primera película de la saga hasta “Panorama para matar” (John Glen, 1985). Pero su carrera no se redujo a este personaje. Ya en 1948 ganó un Globo de Oro por “That Hagen girl” (Peter Godfrey). También intervino en cintas como “Cerco de odio” (Rudolph Maté, 1948), “Carta delatora” (Henry Cass, 1956) y “Lolita” (Stanley Kubrick, 1962).




También han fallecido Marcia Mae Jones, Janis Martin, Michael Evans, Loretta King, Joe Zawinul y Nikos Nikolaidis.